[CRÍTICA] Hereditary
No hay que dejarse engañar por los
comentarios que reciben las películas previas a su estreno. Eso siempre lo he
tenido claro. Recientemente, “El legado
del diablo” se promocionaba con un comentario como el siguiente: “El Exorcista” de esta generación. No
puedo negar que despertó mi curiosidad; sin embargo, como prevenía, resultó una
película de terror sobrevalorada, pero no mala.
A diferencia de otras películas
del mismo género, la obra de Ari Aster no asusta con sobresaltos, no abusa del
uso de sangre ni de escenas traumatizantes. Es un drama familiar rodeado de
detalles perturbadores. “El legado del diablo” parece más un largometraje
psicológico que de terror.
La película podría dividirse en
dos aspectos que vuelven sombría la película. La primera sería la tristeza que
reina en la vida de los protagonistas puesto que se encuentran de luto la mayor
parte de la película; además que no se comunican ni se brindan comodidad. Y el
segundo aspecto sería los elementos sobrenaturales que van sucediendo poco a
poco en la vida de los personajes, quienes desafortunadamente forman parte de
un plan maquiavélico muy bien orquestado.
Todo ello es lo que el director
busca entregar como un combo espeluznante, que gira en torno a las vivencias de
la familia frente a un duelo.
Tengo que resaltar la atmósfera
de miedo que se plasmó en pantalla y a las actuaciones convincentes de Toni
Collette, como una madre que le cuesta lidiar con las pérdidas; y de Alex
Wolff, como el hijo complicado y con conflictos por sus actos. La escena en que Alex Wolff lidia traumado e incrédulo la muerte de un ser querido, es de destacar.
“El legado del diablo” no es una película a la
altura de “El Exorcista”, pero puede llegar a entretener; en especial, a las
personas que les gusta cómo se desarrolla la mentalidad de los protagonistas.
Por: Jose Templo
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